Bienvenidos a nuestra nueva web, un canal de comunicación directo para potenciar las relaciones comerciales desde una visión transparente de nuestro trabajo
Todo el personal de la compañía afrontamos este reto con gran ilusión, conscientes de que las nuevas tecnologías son la clave para seguir ofreciéndoles la mayor calidad y efectividad en nuestros servicios.
Dicen que montar en barco es una de esas experiencias que nunca se olvidan. Altamente recomendable para los que buscan el relax, el mar y las naves que lo surcan son perfectos para la desconexión cuando lo que tenemos por delante son días de vacaciones en solitario en familia o con amigos… Eso sí, ¿qué significa trabajar en un barco? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Puede hablarse de una experiencia “relajante”?
Con casi doscientos años de historia en nuestros hombros, en Salama sabemos bien que no es oro todo lo que reluce y que ese “relax” de montar en barco se limita a los viajes de placer en alta mar. Trabajar en un buque de carga es algo mucho más serio, es no pisar tierra en muchas semanas, es estar lejos de la familia y es aprender a vivir en un entorno cambiante como es el mar, con sus corrientes, sus mareas y sus tormentas.
Aunque son varias las áreas que conforman nuestra marca, en Salama creemos que garantizar la buena salud de las tripulaciones que visitan el puerto de Ceuta (o bien sus aguas) es fundamental para que el cometido del buque de carga se cumpla con garantías y con una tripulación en perfecto estado de salud. ¿Cómo lo conseguimos? Gracias al servicio de asistencia médica especializada en tripulaciones de buques de carga que ofrece nuestra agencia de puerto en Ceuta.
Un servicio al que dan forma una decena de profesionales médicos de primer nivel especializados en las principales patologías que puede sufrir los tripulante que trabajan día tras día en un barco de grandes dimensiones. ¿Patologías como cuáles?
Fatiga y agotamiento
Los cambios horarios de un país a otro, los vaivenes propios de un barco en movimiento, las horas de trabajo y las muchas horas de alta mar pueden hacer que el organismo entre en un clarísimo estado de agotamiento o fatiga. Unos síntomas que en Salama conocemos a la perfección y que se pueden tratar tanto en tierra (una vez en la escala) como en el propio barco.
Lesiones
Trabajar en un barco de carga supone trabajar en un lugar expuesto a la humedad del mar, un lugar resbaladizo que se puede volver muy hostil en casos de tormenta y temporal. Un hecho que lleva a los tripulantes a estar expuestos a caídas y lesiones que deben ser tratadas desde el inicio para evitar problemas mayores en el corto plazo.
Otras patologías
Los tripulantes de un barco de carga pueden sufrir otros tipo de patologías pasajeras que van de la gripe a posibles virus estomacales y que deben ser tratados para evitar contagios o complicaciones. Contar con el servicio de profesionales médicos e iniciar un tratamiento con analgésicos y vitaminas es fundamental para que los tripulantes afectados puedan trabajar a pleno rendimiento.
Nuestro trabajo, una garantía
Aunque puede parecer que nuestro trabajo consiste en subir a un médico a bordo de un barco que hace escala para que realice un examen médico a los tripulantes que presentan síntomas de virus, lesiones o similar; lo cierto es que en Salama vamos más allá. ¿Cómo? Con nuestros 3 pilares médicos básicos:
Siendo el apoyo del tripulante afectado en todo aquello que precise: ya sea desplazamiento al hospital, traducción simultánea para explicar los síntomas al médico, seguimiento.
Control de los medicamentos indicados por el facultativo con entrega directa y explicación sobre las tomas de los mismos.
Asistencia integral en caso de que el tripulante tenga que ser repatriado por recomendación médica.