La riqueza de Ceuta: cuatro mundos, dos continentes y dos mares

La historia de Ceuta viene inevitablemente ligada a su localización estratégica y a una multiculturalidad que refleja las huellas de la práctica totalidad de las civilizaciones de la zona mediterránea. Por sus tierras han pasado fenicios, romanos, vándalos, visigodos, bizantinos, árabes, portugueses, españoles… que, tras la superación de conflictos, han dado paso a una comunidad tolerante caracterizada por su patrimonio excepcional y su mezcla de orígenes y acentos. La ciudad es hoy mucho más que la puerta de África, como se le conoce popularmente. Es todo un modelo de convivencia entre cristianos, musulmanes, hebreos e hindúes, con una riqueza cultural, gastronómica y festiva que queda patente en cualquiera de sus rincones.

En la actualidad, Ceuta se alza como una ciudad moderna llena de ejemplos de esta simbiosis. Un recorrido por sus calles revela la presencia de las cuatro confesiones religiosas, especialmente a través de sus monumentos, su catedral, sus iglesias y sus mezquitas. Un bello contraste al que acompaña la magia de su ubicación, entre dos continentes (Europa y África) y dos mares (Atlántico y Mediterráneo). Es precisamente esta situación la que históricamente le ha otorgado un gran valor estratégico, que hoy se manifiesta con el papel destacado de su puerto en el Estrecho de Gibraltar, dondeSalama opera como principalagencia de bunkering en Ceuta.

Unas pinceladas de historia

Los primeros vestigios de presencia humana en la zona se remontan al 250.000 a.C. en Benzú. Los fenicios llegarían en el siglo VII a.C para fundar la ciudad y nombrarla como Abyla. Más tarde, sería ocupada por los griegos focenses, que la renombrarían como Hepta Adelphoi. Posteriormente, caería en manos de Cartago, el Reino de Numidia, el dominio mauritanio… hasta llegar a formar parte del Imperio Romano en el año 40 d.C. De esta época provendría el origen de su nombre y aludiría a los siete montes de la región (Septem Fratres > Septa > Ceita > Ceupta > Ceuta).

Tras cuatro siglos bajo poder romano recaería en los vándalos, a los que seguirían los bizantinos, el Califato de Córdoba, los Almohades... Su importancia mercantil y su situación estratégica serían sus grandes atractivos.

Antes de que Ceuta se incorporase a España a mediados del siglo XVII, los portugueses dominarían la ciudad durante más de un siglo, gracias a una breve batalla contra los musulmanes en 1415. La ciudad del norte de África, conquistada por Juan Carlos I de Portugal, permanecería bajo este sometimiento hasta que una crisis sucesoria llevaría a los lusos a unirse a nuestra monarquía en 1578. El Tratado de Lisboa de 1668, firmado entre España y Portugal, reconocería la soberanía española sobre Ceuta.

La ciudad sufriría distintos asedios marroquíes en el siglo XVIII. Ya en el XX, se instauraría el Protectorado Español de Marruecos en  su zona norte (1912) y, más tarde, se independizaría de la provincia de Cádiz (1925). Durante la guerra civil desempeñaría un papel destacado como nexo de unión del Ejército del Norte de África con la península.

Finalmente, Ceuta adquiriría el estatus de ciudad autónoma con la promulgación de su Estatuto de Autonomía en 1995.