Ceuta, una tierra llena de curiosidades (II)

El pasado mes de agosto os contábamos algunas de la curiosidades de la ciudad norteafricana en la que toma forma Salama, la principal agencia de puerto en Ceuta. Un artículo que se titulaba  Ceuta, una tierra llena de curiosidades (I) y cuya continuación os traemos en este primer mes del año 2018.

Lejos de pararnos en el número de habitantes que reside en Ceuta, en las peculiaridades geopolíticas de la ciudad o en su más que conocida cercanía con el reino de Marruecos, en esta nueva entrega de curiosidades sobre Ceuta queremos ahondar en el pasado más remoto de la ciudad y en esos aspectos que convierten el destino en un lugar único en el mundo. Un lugar en el que dejarse envolver por la brisa del Estrecho de Gibraltar y en el que disfrutar de panorámicas únicas.

">Un nombre con  múltiples variaciones

Ceuta es una tierra por la que han pasado multitud de civilizaciones. Pueblos y culturas que han dejado parte de huella en la fisonomía de la ciudad, en su historia e incluso en su nombre. En este punto cabría preguntarse: ¿Cuál es el origen del nombre de nuestra ciudad?

Aunque lo habitual es pensar que el nombre de Ceuta tiene su punto de partida en el breve pasado musulmán de la ciudad, lo cierto es que sus inicios se remontan a tiempos de los romanos. Tras conquistar la ciudad y evidenciar que la ciudad reposaba sobre siete colinas, los romanos decidieron llamar a la ciudad “Septem Frates” (“siete hermanos”).

Con el tiempo, el nombre se acortó para quedar reducido a “Septem”, para luego ser modificado por los musulmanes que llevarían el término a su lengua para dejarlo en “Sebta” (“siete” en musulmán). El resultado final sería el que hoy conocemos: una ciudad con siglos y más siglos de historia llamada Ceuta.

Una ciudad, cuatro culturas

Cuando se visita Ceuta por primera vez (y esto es algo de lo que pueden dar buena cuenta los viajeros de los cruceros que gestiona nuestra agencia de bunkering en Ceuta), llama la atención la variedad de culturas que toman forma en el destino.

Si bien los movimientos migratorios y los conflictos geopolíticos hacen que las procedencias sean cada vez más numerosas y difusas, lo cierto es que en Ceuta el peso recae sobre 4 culturas bien diferenciadas: los cristianos, los hebreos, los hindúes y los musulmanes. Cuatro culturas totalmente diferentes que en Ceuta consiguen convivir con total y rotunda armonía.

“Aquí la convivencia no es una teoría abstracta, es una realidad cotidiana. En Ceuta las diferentes culturas  conviven en la colaboración, en la amistad, en la solidaridad, y no hay violencia. Lo que hay es un ejemplo que España, Europa y el mundo entero debería seguir”, declaraba el escritor Mario Vargas Llosa años atrás tras recoger el XIV Premio Convivencia de Ceuta.

Una playa atlántica y una mediterránea

¿Imaginas poder elegir entre disfrutar de un día de verano en una playa atlántica o en una cálida y turquesa playa del Mediterráneo? Este hecho que podría parecer sacado de una historieta para niños es otra de las curiosidades de Ceuta.

La ciudad de Ceuta -por su ubicación- puede presumir de tener playas puramente atlánticas como las de Benitez o Calamocarro. Playas de piedrecitas y aguas muy frías cuyos fondos marinos poco o nada se parecen a los de la orilla mediterránea de la ciudad. ¿Las playas cálidas de Ceuta? Las ubicadas en el centro: el Chorrillo y la Ribera, dos playas mediterráneas de arena fina y aguas color turquesa.

Una gastronomía con toques andaluces y marroquíes

La situación geográfica de Ceuta hace que la ciudad tenga claras influencias andaluzas y marroquíes. Aunque son muchos los aspectos en los que este hecho queda reflejado, es en la gastronomía donde adquiere un nivel superior. Así es habitual poder comer un estofado de patatas con carne con especias de pinchitos o un cuscús con sabor a puchero andaluz.