Ceuta, una tierra de curiosidades (III)

Dentro de nuestra serieSalama: Ceuta, una tierra de curiosidades, no podíamos dejar de hablar del papel del puerto como vía de comunicación, alimentación y desarrollo. Y es que, durante siglos, las aguas se encargaron de arrastrar hasta nuestras costas a numerosas civilizaciones y, con ello, mercancías, palabras, ideas, estructuras… que fueron conformando nuestra realidad actual. Conocer su historia, de la que Salama es testigo comoagencia de puerto o port agency en el Estrecho de Gibraltar desde 1856, es vital para conocer más sobre la idiosincrasia ceutí.

Recorrido por la historia del Puerto de Ceuta

La situación estratégica del Puerto de Ceuta lo ha convertido en enclave fundamental desde hace numerosos siglos. Los pueblos comerciantes como los fenicios, los griegos o los cartagineses supieron verlo fácilmente, utilizándolo como base y escala en sus rutas y como lugar desde el que descubrir nuevos territorios. Los bizantinos, los visigodos y los árabes se hicieron dueños de tan preciada zona, dotándola de un gran valor comercial y cultural que llegaría hasta nuestros días. Desde la antigüedad quedó clara la importancia de su ubicación para la exportación de productos preciados como el oro, el marfil o las manufacturas desconocidas en el continente.

Durante la Edad Media y la Edad Moderna, se produjeron importantes cambios en las rutas comerciales y en los puertos de destino, fijándose tres grandes líneas (Occidente, Poniente y Levante). Ceuta pasó entonces a convertirse en una de las zonas más deseadas por castellanos, aragoneses, portugueses y genoveses. A principios del siglo XV, Juan I de Portugal la incorporó a su reino, convirtiéndola en una base naval imprescindible para sus expediciones hacia las Indias.

El papel militar de Ceuta

En el XVI y XVII, la zona adquirió gran valor militar, generándose un mayor interés por las fortificaciones defensivas y quedando el foso marítimo o Albacar como único puerto artificial hasta finales del XVII. De esta época data también la construcción de los primeros astilleros o atarazanas de Ceuta (en San Amaro) y de una dársena en el foso Almina que, con el tiempo, acabó siendo el único puerto artificial de Ceuta y la única unión con la península hasta bien avanzado el siglo XX. Durante estos periodos, el arranque de coral y la pesca sobresalieron como las principales actividades comerciales.

En el XIX, con la guerra de África, se observó la necesidad de realizar obras para la mejora y abrigo del puerto de Ceuta. Se le asignó entonces una superficie de abrigo de 44 hectáreas con calado de 5 a 9 metros. A finales de siglo, la iniciativa se consideró insuficiente y se abogó por un nuevo proyecto con una superficie mínima de abrigo de 100 hectáreas y un calado máximo de 20 metros. Se estableció que el Dique Norte tendría dos brazos, incrementándose el fondeadero abrigado y contemplándose posibles ampliaciones posteriores.

Sin embargo, las mejoras más favorables para el Puerto de Ceuta tuvieron que esperar hasta el siglo XX. En 1904 se creó la Junta de Obras del Puerto y se autorizó la exportación de mercancías. Poco después se elaboró un nuevo proyecto en el que se dejaba claro la intención de atender el tráfico comercial que se preveía en aumento. Contemplaba el Dique Muelle Norte (actual Puntilla); el Dique Norte, Alfau; y el Muelle Sur (actual España). Tras varias modificaciones, se construyen muelles, almacenes y servicios hasta experimentarse un notable aumento del tráfico de mercancías y avituallamiento de bienes en el Puerto de Ceuta.

En la segunda mitad del siglo, el estrecho de Gibraltar se convirtió en la principal ruta marítima del mundo, y aunque posteriormente la evolución se vio afectada por distintas circunstancias, la situación logró encauzarse nuevamente a partir de los 90, con las mejoras de las instalaciones portuarias, las nuevas opciones comerciales, su situación comoreferente del bunkering en el Estrecho de Gibraltary una competitividad en aumento, entre muchos otros aspectos.